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Durante más de una década, nuestras afiliadas Comunidades del Condado de Orange Organizadas para el Desarrollo Responsable (Orange County Communities Organized for Responsible Development, OCCORD) han estado experimentando con un método audaz para desarrollar el poder organizado de la gente en la región. Los sindicatos de vecinos no están tan generalizados ni son tan conocidos como los sindicatos de trabajadores o inquilinos, pero son un potente medio para que la gente común se una y aborde problemas en sus comunidades, que van desde los derechos de los inquilinos y los proyectos de desarrollo hasta los espacios verdes y la seguridad pública. El mes pasado, Alonso Hernandez (líder creativo de PowerSwitch) habló con Mariana Angeles (organizadora comunitaria de OCCORD) sobre cómo OCCORD está generando y apoyando sindicatos de vecinos en todo el condado de Orange, en California.
Alonso Hernandez: Muchas gracias por acompañarnos hoy, Mariana. Estamos muy emocionados de aprender más sobre los sindicatos de vecinos y cómo se han estado organizando con las comunidades de la región. Primero, ¿puedes contarnos qué te trajo a OCCORD y a este trabajo?
Mariana Angeles: Comencé a trabajar como voluntaria en OCCORD en 2007, en la época de su campaña Platinum Triangle, que se centró en un acuerdo de beneficios comunitarios para cubrir la reurbanización de alto costo del distrito de Platinum Triangle en Anaheim. En ese momento, la ciudad quería fomentar desarrollos de uso mixto y de alta densidad, y otorgó más de una docena de proyectos en dos años. OCCORD, los grupos asociados y los residentes vieron estos planes como lo que eran: un futuro en el que el precio los excluiría de sus hogares y vecindarios. Sin embargo, en un intento por acelerar un plan de expansión adicional, la ciudad violó un código municipal y una ley estatal. OCCORD y otro grupo presentaron cada uno una demanda que luego permitió a los residentes y a las comunidades circundantes opinar sobre los proyectos de desarrollo. Fue un despertar para mí. Después de eso, ayudé a fundar un grupo llamado Madres en Acción Ponderosa. Durante la pandemia, colaboramos con OCCORD en torno a la información y el acceso a las vacunas, así como con otras organizaciones para proporcionar alimentos y otros suministros a las comunidades de Ponderosa. Desde entonces, Madres ha estado abogando por mejores condiciones de vivienda, un tema que me conmueve profundamente. Lo he presenciado de primera mano con mis propios hijos y dentro de mi comunidad en general, donde muchos de mis vecinos viven la vida de cheque en cheque. Por lo tanto, luchar por la justicia de la vivienda tiene un significado personal para mí, mis hijos y nuestra comunidad en general.
Alonso Hernandez: Gracias por compartirlo, Mariana. ¿Puedes compartir cómo los sindicatos de vecinos encajan en la lucha por la justicia?
Mariana Angeles: En 2010, OCCORD exploró por primera vez la idea de organizar sindicatos de vecinos. Básicamente, tomamos el concepto de sindicato de trabajadores y lo implementamos a nivel comunitario. Un sindicato de vecinos está compuesto por personas que viven dentro de la comunidad y poseen un profundo conocimiento de sus problemas y necesidades. Actualmente, trabajo en Anaheim, donde hay tres sindicatos de vecinos operativos y estamos en el proceso de formar otro. Ofrecemos talleres enfocados en los derechos de los inquilinos, las últimas leyes vigentes en la región y, en algunos casos, conectamos a los miembros con otras organizaciones capaces de ofrecer apoyo legal.
El punto fuerte de organizarse a través de un sindicato de vecinos es que es más integral: abarca una multitud de aspectos. Si tenemos un sindicato dedicado únicamente a una cosa, como la vivienda, nuestros esfuerzos se concentran únicamente en esa área. Eso no es malo. Sin embargo, un sindicato de vecinos puede abordar una gama más amplia de necesidades de una comunidad: condiciones de vida, espacios verdes, seguridad pública y más. Esto también crea la oportunidad de colaborar en una gama más amplia de cuestiones.
Alonso Hernandez: Gracias por esos antecedentes, Mariana. Sé que el Sindicato de Vecinos de Pauline Street ha estado muy activo en los últimos meses. ¿Puedes contarnos más al respecto? ¿Cómo fue el proceso de formar ese sindicato? ¿Cuáles son algunos de los cambios o victorias que has visto en ese vecindario como resultado?
Mariana Angeles: Pauline Street es un área que históricamente ha sido ignorada por sus representantes electos por varias razones. La mayoría de los residentes son inmigrantes hispanos o latinos, principalmente hablan español o no hablan nada de inglés. Trabajan de cheque en cheque para poner comida en la mesa. La menor de sus preocupaciones es conocer a sus representantes. Algunos residentes pueden votar, algunos pueden no estar registrados para votar y otros pueden no ser elegibles para votar en absoluto. Por lo tanto, es posible que a un funcionario electo no le parezcan votantes importantes. Sin embargo, la comunidad de Pauline Street todavía enfrenta los mismos problemas y tiene las mismas necesidades, si no son mayores, que otras comunidades.
OCCORD se cruzó por primera vez con algunos residentes de Pauline Street en una reunión del concejo municipal donde expresaban su preocupación por la negligencia del propietario en el mantenimiento de los departamentos que alquilaban. Había plagas de ratas y cucarachas, y los residentes se sentían impotentes porque nadie parecía escucharlos. Se sintieron intimidados por el propietario, que era abogado y a menudo alardeaba de sus conexiones en el Ayuntamiento. Muchos de ellos creían que no tenían derechos y temían represalias. Fue entonces cuando OCCORD se acercó a ellos, escuchó sus inquietudes, organizó talleres sobre los derechos de los inquilinos y facilitó conexiones con abogados para evaluar las opciones legales. Junto con abogados y organizaciones asociadas, ayudamos a los residentes a obtener el reembolso de los aumentos ilegales de los alquileres. Esa experiencia realmente fortaleció la fe y la confianza de los residentes de Pauline Street. Pudieron ver que, trabajando juntos, podían ganar.
A principios de este mes, después de semanas de coordinación y comunicación, el Sindicato de Vecinos de Pauline Street dio la bienvenida a su concejala Natalie Rubalcava en un recorrido por el vecindario. Mientras caminaban, los miembros pudieron expresar abiertamente sus preocupaciones, exponer sus necesidades y conversar sobre cómo la concejala se relacionaría con ellos. Plantearon cuestiones como mejorar las calles mal iluminadas, podar árboles demasiado grandes y retirar la basura de inmediato. Si bien este tipo de cambios pueden parecer rutinarios o pequeños, son esenciales para la salud y el bienestar de una comunidad y afirman el poder que tiene la gente común para tomar decisiones, responsabilizar a sus líderes y ver esos cambios reflejados en su vecindario.
Alonso Hernandez: Eso es realmente poderoso, Mariana. ¿Qué crees que se podría lograr si más vecindarios comenzaran a organizarse y formar sindicatos?
Mariana Angeles: Tomemos como ejemplo el Sindicato de Vecinos de Ponderosa, el cual ha evolucionado hasta convertirse en una identidad política significativa. Los concejales y candidatos potenciales para el puesto del distrito se esfuerzan por visitar, interactuar con los residentes y estar presentes en esa área. El Sindicato de Vecinos de Ponderosa ha acumulado poder para tener la capacidad de convocar a su concejal y que este se presente. Si quieren reunirse con un departamento específico de la ciudad, esas personas se presentarán. Ha habido cambios significativos en esa comunidad, como mejoras en las calles e, incluso, nuevas señales viales. Antes del sindicato, conseguir una señal simple que dijera "Zona escolar, conduzca con cuidado" era un desafío para los residentes de Ponderosa. Parece una pequeña victoria, pero realmente se puede ver el impacto político y comunitario. El Sindicato de Vecinos de Ponderosa ahora tiene credibilidad entre sus vecinos y sus funcionarios electos, la cual ha sido ganada al demostrar su compromiso con cuestiones como la educación, las oportunidades de empleo equitativas y el acceso a la atención médica. Entonces, sí, hemos visto de primera mano cómo la organización de un sindicato de vecinos da como resultado una mayor visibilidad para los residentes, un mayor poder político y acceso a recursos, y conexiones sustanciales que pueden ayudar a garantizar que sus comunidades prosperen.
Alonso Hernandez: Vaya, es tan emocionante que la gente pueda ver el poder de un sindicato de vecinos y lo desee para ellos y sus comunidades. Si las personas están interesadas en unirse a un sindicato de vecinos o si quieren iniciar uno en su propio vecindario, ¿cuáles son los pasos que deben seguir?
Mariana Angeles: Primero, ¡hable con sus vecinos! Averigüe si ya existe un sindicato u otro organismo organizador. Si no es así, entonces, el primer paso es conocer a sus vecinos: hablar con ellos, comprender sus preocupaciones y saber de dónde vienen. Si se encuentra en el condado de Orange, puede comunicarse con OCCORD, pero también puede buscar organizaciones comunitarias similares en su área que puedan ofrecer talleres, recursos o recomendaciones para elaborar una agenda y realizar reuniones de manera eficaz. Eso es lo que recomiendo: conozca a sus vecinos, busque organizaciones, edúquese y recuerde que la unión hace la fuerza.
Alonso Hernandez: Gracias, Mariana. ¿Tienes alguna idea final que te gustaría compartir?
Mariana Angeles: Cuando asumí este trabajo, no tenía experiencia previa organizando comunidades, pero sí tenía un sueño. Mi sueño es iluminar a aquellos que hemos sido ignorados con el fin de que la ciudad y nuestros líderes electos puedan representarnos genuinamente y facilitar un cambio significativo. Estamos experimentando importantes desafíos en educación, el costo del alquiler se está disparando, hay recortes sustanciales en los recursos de los parques y carecemos de acceso a una atención médica decente. Este es mi trabajo, pero estos asuntos son muy personales para mí. Hay mucho trabajo por hacer, pero esta es mi contribución. Quiero que los sindicatos de vecinos reconozcan su propia fuerza, su propio talento y sepan que juntos podemos lograr el cambio.